Subcomisión Conciliación (Congreso de los Diputados). Día 15/3/2005. 
Cecilia Castaño, Catedrática en Economía. Un cambio de discurso, prioridades y propuestas. Empezó dando datos sobre discriminación de las mujeres en el empleo. Se refirió a la asimetría en el uso del tiempo de hombres y mujeres (Patricia Hewitt, necesidad de un uso igualitario del tiempo, Pág 35):
1. El tiempo que los hombres emplean en el trabajo remunerado determina el tiempo que tienen para sus familias: el tiempo que las mujeres emplean en sus familias determina la cantidad de tiempo de que disponen para el
trabajo remunerado.
2. El tiempo de las mujeres es continuo, casi no hay diferencia entre días laborales y de ocio.
3. Tiempo de las mujeres es heterónomo (se organiza en función de las necesidades de otros) y es trabajo donado (regalado, no valorado). Los hombres se organizan de forma autónoma.
Las mujeres tienen formación y quieren trabajar pero las empresas no las quieren contratar. Oportunidades inversas: Un hombre joven con hijos será elegido en un 93% de los casos. Una mujer joven con hijos será elegida en un 3% de los casos.
El empleo de las mujeres ya no es un deseo de ellas, sino una necesidad de las familias.
El tiempo de trabajo aumenta, además las TIC’s hace que estemos disponibles más horas.
Paradójicamente, la flexibilidad que tanto han reivindicado las mujeres se ha convertido en un elemento de discriminación. El modelo del trabajador es el de un hombre joven competitivo y dedicado full time a la empresa.
Apunto dos posibles trampas: el tiempo parcial (el 85% de las mujeres que trabajan en esa modalidad querían trabajar a tiempo completo, especialmente por las condiciones de esa modalidad en España), y el tele-trabajo, que muestra sesgos de género (los hombres trabajan desde casa y las mujeres en casa). Por otro lado, a las mujeres, explican que se las valora menos, surge la ama de casa ilustrada: trabaja en casa y se ocupa de todas las tareas del hogar, siempre disponible para todos.
Realizó propuestas respecto a las iniciativas públicas:
– Soporte a las familias: Generar derechos individuales no de las familias.
– Conciliación: para hombre y mujeres.
– Políticas de Servicios Públicos. Rechazar las políticas basadas en subvenciones y priorizar los servicios públicos. Las políticas basadas en subvenciones son ineficaces y es monetizar la división sexual del trabajo y la discriminación: paga una propina a las mujeres para hacer lo que siempre han hecho.
– Propuestas de conciliación deben de contemplarse en las mujeres autónomas.
– Otras medidas que deben incluirse: horarios escolares y políticas de transporte público.
– Las empresas pueden contribuir: primando la flexibilidad positiva (elegida por trabajador/a), reconsiderar la cultura presencial del trabajo, escuelas infantiles en empresas masculinas.
Artículos de Cecilia Castaño.
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