El pasado lunes, escuchaba a Enrique González Macho, nuevo director de la academia de cine, en ‘Hoy por Hoy ‘, hablando sobre Internet y el cine de esta manera:
“Internet se mueve por la publicidad, pero Internet crece en progresiva geométrica y la publicidad no. El mantenimiento y desarrollo de Internet tiene que ir acompañado del desarrollo de la venta de contenidos de pago, sino Internet se derrumbará“.
Hay una confusión de conceptos como punto de partida:
Internet <> industria contenidos digitales <> contenidos culturales
Internet es la red de redes, es un acuerdo de interconexión de redes para el intercambio de tráfico, un acuerdo sin control centralizado. Internet es la suma de red física, los protocolos y servicios de los operadores, los servicios en Internet, los contenidos digitales y millones de personas que participan.
Además, no comparto el supuesto de que Internet sólo seguirá creciendo si crecen los contenidos digitales de pago en la red. Internet crecerá si crecen las conexiones de las personas en la red.
Internet ha crecido de forma exponencial en los últimos años. En este crecimiento de Internet, los espacios más visitados son los de la llamada web social / web 2.0, donde los contenidos son aportados por otras personas.
La web social es el siguiente punto de entrada a Internet de personas no conectadas. Lo más valorado por las personas es “estar en relación con”. Las personas se decantan por las relaciones, ocio, opiniones y contenidos de otras personas. No olvidemos que el ser humano es por definición un ser social.
El crecimiento de Internet no está necesariamente ligado, y menos no está sólo ligado, al crecimiento de los contenidos digitales de pago.
Este razonamiento, se une al crecimiento de Internet con contenidos de calidad, y se presupone que son contenidos de calidad, casi en exclusiva, aquellos producidos por la industria cultural o de contenidos. El crecimiento de Internet está ligado a las preferencias de las personas. Las personas han optado por Internet y los servicios en Internet, pese a no haber existido un desarrollo al mismo ritmo de la industria de contenidos culturales en la red.
Una de las grandes oportunidades que aporta la red, es la democratización de la publicación y distribución de contenidos, antes todo el mundo podía crear, pero la facilidad de publicar y distribuir sí que lo posibilita Internet. Lo cierto es que uno de los conceptos y negocios que está en crisis y quiero replantear es el actual período de transición, es la intermediación. La cuestión clave es el papel, y el poder de los intermediarios en la sociedad en red.
Evidentemente hay que apoyar a la industria de los contenidos culturales, poner el acento en su reconversión, necesaria en la actual etapa de transición. Hay que ser conscientes de que estamos en una etapa de transición de la sociedad industrial, a la sociedad en red, la nueva sociedad en red ha modificado el conjunto de la sociedad. No se trata de querer un continuado digitalizado de los mismos productos y poner un precio de venta en la red, como si nada más hubiera cambiado.
Internet es una gran red de oportunidades con sus reglas, se trata de una red distribuida. Si el cine quiere aprovechar las ventajas de la red, habrá que afrontar determinadas cuestiones:
– Redefinir el papel y el sistema de intermediación y distribución en la nueva etapa.
– Replantear los productos y las relaciones con los espectadores, teniendo presente que los cambios son sociales y rápidos, y afectan a los hábitos de ocio de las personas y mucho más de aquellas más jóvenes.
– Si se quiere participar en la red de redes, es lógico adaptarse al medio, al contexto y al nuevo espacio público.
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