El catalán no es una opción, es parte del pueblo de Cataluña. No es una opción destituir #wert es necesario , comentaba ayer en twitter mientras miles de ciudadanos y ciudadanas también reaccionaban con mensajes con etiquetas como #Wertgonya #somescola o #wertdimissio.
El borrador de la ley de educación de Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, sitúa el catalán como una asignatura optativa; en concreto, se situaría como la cuarta lengua en su categorización después del castellano y dos lenguas extranjeras. Esta propuesta de ley apuesta para uniformizar el Estado Español, es una negación del catalán o casi un intento de anular la lengua catalana.
La propuesta de ley de educación es uniformadora. Uniformiza para situar el castellano como lengua prioritaria. Otorga al castellano el papel de lengua única a aprender de forma obligatoria cómo durante la etapa franquista, como elemento igualador, negando así la realidad plural existente en España.
Niega la realidad del catalán como lengua habitual y cotidiana. Pero el catalán no es una opción, se un elemento que forma parte de la vida de los catalanes y las catalanas, es una parte integradora del pueblo de Cataluña, por esta razón es un derecho y un deber el aprender el catalán. Esta propuesta niega la lengua catalana al situarla como una opción, y no como un derecho. Esta también es una forma de anulación, proponiendo para una lengua minoritaria un futuro más débil. Sin un Estado que la apoye, las lenguas, acaban muriendo.
Trata de forma perversa a las lenguas cooficiales categorizándolas de lenguas maternas, asignado a las lenguas que no son el castellano un papel restringido al ámbito familiar y no como una lengua del ámbito público. Pero, al mismo tiempo, legitima legalmente que las personas que su lengua materna sea el catalán, en un país donde esta es lengua oficial , no tengan la garantía de aprenderla en el sistema educativo.
Esta reforma de la derecha más rancia quiere obviar el éxito del modelo de inmersión lingüística en Cataluña, que con sus defectos, ha conseguido que varias generaciones de catalanes y catalanas de cualquier procedencia dominen el catalán y el castellano al acabar la educación obligatoria. La inmersión lingüística fue una apuesta por la igualdad de oportunidades puesto que precisamente garantiza que los hijos y las hijas de personas procedentes otras partes dominaran el catalán, y por lo tanto, tuvieran las mismas oportunidades laborales y sociales.
La propuesta del Ministro, que sitúa el catalán como asignatura optativa, significa que se podría completar la etapa de educación obligatoria – hoy ESO- sin conocer de forma correcta el catalán. Wert es Ministro de Educación que opta porque los catalanes y las catalanas del futuro tengan menos educación.
El señor Wert no sólo es Ministro de Educación, sino que además lo es de Cultura, y con su iniciativa demuestra que su dimisión no es una opción, sino una necesidad, porque no contempla que la pluralidad de culturas es una riqueza del Estado Español y que su obligación es proteger la lengua catalana.