Ayer me publicaron este artículo en El Periódico de Cataluña coincidiendo con la convocatoria de #4j #donesdecidim y el tercer aniversario de la entrada en vigor de la ley de aborto del 2010. Que no nos recorten el derecho al aborto.
Porque defendemos una maternidad responsable y criaturas deseadas voté la ley del aborto hace poco más de tres años. Voté en conciencia la ley del aborto, en conciencia de que las que más necesitan esta ley son las mujeres con posición social más débil, en conciencia de que ya era hora de que tengamos una ley de plazos, en conciencia de que quiero que las mujeres puedan decidir. Estas son las razones que respondí públicamente cuando los sectores autodenominados ‘pro-vida’ presionaban a diputados y diputadas.
¿Alguien defiende y cuida más la vida que las mujeres? Las mujeres que dan la vida y cuidan a las personas deben decidir en libertad. Quienes defendemos los derechos de las mujeres también defendemos que las criaturas que nazcan sean deseadas. Porque queremos una sociedad de hombres y mujeres libres. Resulta paradójico que quienes nos recortan todos los derechos defiendan un natalismo que solo traerá al mundo más personas con menos derechos. Precisamente aquellos sectores que pretenden que las mujeres vuelvan a un papel tradicional, ya que su modelo se rompe si las mujeres son libres y autónomas.
Contrarreforma
La contrarreforma Gallardón, que conocemos a golpe de ‘anuncio interruptus’, es especialmente regresiva, ya que eliminaría el modelo de plazo durante el cual se puede interrumpir el embarazo, y prohibiría el aborto eugenésico -por malformación del feto- . La última ley incorporó un modelo de plazos para dejar de criminalizar a las mujeres, así dejó de ser delito que las mujeres decidieran interrumpir su embarazo durante las primeras semanas de gestación.
El Derecho Penal se crea para luchar contra los y las criminales. Las mujeres que deciden interrumpir su embarazo no son criminales. Deberíamos interpelar a quienes quieren eliminar esta opción legal: ¿Por qué quieren seguir castigándolas penalmente? ¿Por qué quieren seguir criminalizándolas? No creo que nuestra sociedad comparta el castigo penal ante una situación difícil y compleja como ésta. Las consecuencias de prohibir el aborto eugenésico son terribles como hemos seguido recientemente por los casos de Savita de Irlanda o Beatriz del Salvador, una mujer muerta y otra salvó la vida ‘in extremis’ tras una gran presión internacional.
‘Nosaltres Decidim’
Prohibir el aborto eugenésico significa condenar a las familias al dolor. Supone obligar a padres y madres que no quieran, a tener hijos con malformaciones y tener problemas toda la vida. Un hecho que encaja más con un modelo de sociedad sumisa y resignada. ¿La derecha quiere perpetuar el dolor? Se trata de la misma derecha que recorta la ley de dependencia y todos los servicios de soporte a la personas con necesidades especiales.
En este sentido, la plataforma ‘Nosaltres Decidim‘ organiza el acto de denuncia ’60 razones, 60 voces, 60 personas’ bajo el lema ‘Que no nos recorten el derecho al aborto’, el 4 de julio, coincidiendo con la semana del tercer aniversario de la entrada en vigor de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo (2/2010). Se realiza ante la Catedral de Barcelona para simbolizar cómo el Gobierno del PP quiere reformar la ley según los dictados de la cúpula de la iglesia católica y de los sectores más conservadores.
No podemos guardar silencio mientras traman o recortan los derechos de las mujeres para satisfacer a los sectores más conservadores de la sociedad. Debemos rechazar esta contrarreforma, que haría retroceder más de 30 años en derechos de las mujeres, limitando las opciones de abortar de forma legal y segura.
Derechos
Defendemos que todas las personas tienen derecho a tener o no criaturas y también a decidir cuándo tenerlas. Los avances en derechos y libertades conquistados en los últimos años, con la fuerza del feminismo y de otros movimientos de la izquierda social, no pueden eliminarse de un plumazo a la sombra de la crisis.