Hace pocos días publiqué una nota sobre el informe e-españa de la Fundación Orange, sobre cómo el uso de las TIC impacta en el espacio público. La actualidad comentada al instante vinculaba el uso del móvil para comentar la actualidad en las redes. Una tendencia coincidente con las persistentes brechas digitales, que aunque disminuyen en factores como edad, nivel educativo y género siguen creando exclusión digital, destacando la combinación de ser mujer dentro de otros colectivos desfavorecidos en el uso de Internet, donde la brecha digital se dispara.
El factor que en España produce mayor exclusión digital es la edad de las personas. Las personas de más de 55 años presentan niveles de exclusión digital más elevados que cualquier otro colectivo desfavorecido. El 64% de los mayores de 55 años nunca ha usado Internet.
El nivel de renta de la población es otro importante factor de exclusión: el 49% de las personas con menos ingresos no ha accedido a Internet.
Todas las brechas se reducen, excepto la de género combinada con pertenecer a otros colectivos desfavorecidos. La brecha de género en los países desarrollados se ha reducido: en 2012 el 51% de los internautas han sido hombres y el 49% mujeres. No obstante es bastante más amplia entre las mujeres que pertenecen a otros colectivos desfavorecidos en el acceso a las TIC.
La brecha de género en colectivos desfavorecidos es superior a la que se registra en la Unión Europea. Destaca el aislamiento digital de las mujeres mayores de 55 años. Seis de cada 10 mujeres españolas mayores de 55 años nunca han usado un ordenador, casi siete de cada 10 nunca han usado Internet, y alrededor de ocho de cada 10 no usan Internet o lo hacen menos de una vez por semana.
En el caso de las mujeres con estudios equivalentes a educación primaria la desconexión digital es también elevada. Además, en estos colectivos desfavorecidos la brecha digital entre hombres y mujeres es todavía significativa. En España, hay 10 puntos porcentuales de diferencia frente a los hombres en el caso de mujeres mayores de 55 años y 11 puntos para las mujeres con estudios de educación primaria.
En el conjunto de la Unión Europea, la brecha digital también es amplia e incluso en los países más avanzados, como Suecia, la brecha digital de género es inusualmente alta, superior a cinco puntos, entre los colectivos desfavorecidos analizados.
Estos datos confirman que son necesarias políticas de promoción del uso de las TIC, y en concreto de Internet entre las mujeres, haciendo especial hincapié en las mujeres pertenecientes a conjuntos de población desfavorecidos.
La exclusión digital está vinculada al nivel educativo. En España, el 43% de las personas que no tienen nivel de estudios por encima de primaria nunca ha utilizado un ordenador y el 49% nunca ha utilizado Internet .
En definitiva, construir una sociedad del conocimiento requiere de cerrar brechas digitales que aun persisten, y que trasladan al ámbito de internet otras desigualdades.
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