La lacra de la violencia machista ha sido años silenciada y aceptada. Sólo conseguiremos rechazo social contra la violencia machista si la sociedad es consciente de la dimensión de esta violencia verso las mujeres. La información genera concienciación y la conciencia empuja a la acción.
Escribía hace pocos días Carme Freixa en su artículo “El terrorismo machista mata dos veces“:
“La triste realidad es que estas mujeres mueren dos veces. Una, a manos de sus asesinos que no soportaron que ellas las dijeran ¡basta! Soy libre no soy de tú propiedad. La segunda vez mueren cuando no se habla de ellas, cuando se las condena a ser unas siglas y un número en las sangrantes estadísticas anuales”
Artículo donde reclama la visibilización de cada una de las mujeres víctimas, ha muerto una persona con nombre y apellidos, con una vida rota. Son los gobiernos que tienen que tener una lista, un muro público con las mujeres víctimas.
Las feministas tenemos que impulsar nuestras iniciativas para hacer visible la violencia, en este sentido Carme Freixa nos anima a participar y promover el muro “Memorial de las Víctimas del terrorismo machista“, que empezó a finales del 2011, una obra colaborativa, en red, y que están construyendo varias feministas activistas desde Nueva York, México y varias ciudades del Estado español.
Vivimos una etapa de invisibilidad del problema de la carencia de igualdad y de la violencia de género. Se trata de una estrategia de las derechas, puesto que cuando no se habla de un problema no existe. A principios de la década pasada el activismo feminista visibilizó la violencia de género y esto tuvo como consecuencia más compromiso de la izquierda, y leyes y programas institucionales contra esta lacra. Ahora es el momento del activismo feminista actuando y reclamando como ciudadanas.