Publicado en El Periódico (13/03/18). Los datos abiertos: la materia prima más democrática
Sus ventajas se resumen en cuatro pilares: mejora del gobierno, soluciones a problemas públicos, empoderamiento de la ciudadanía y generación de oportunidades económicas
El pasado 3 de marzo tuvo lugar el Open Data Day. Por séptima vez, grupos de todo el mundo organizaron eventos para mostrar los beneficios del ‘open data’. Los datos abiertos suponen una mejora democrática ya que hacen “real” su carácter público, ponen al alcance de toda la ciudadanía información útil y utilizable y, a su vez, son un excelente recurso para la creación de aplicaciones y servicios.
Después de más de 10 años en que los países pioneros pusieran en marcha sus portales de open data -Obama, en Estados Unidos y Gordon Brown, en el Reino Unido presentaron con pocos meses de diferencia sus iniciativas-, sabemos que nos se trata solo de publicar datos, se debe fomentar su reutilización. Sin olvidar la ventaja que nos llevan los países anglosajones, ya que la apertura de datos públicos sigue siendo una asignatura pendiente de nuestra democracia.
La posibilidad de utilizar el open data por cualquier persona y para cualquier finalidad pone este recurso al alcance de todos.
Equidad económica
Cuando el primer ministro Gordon Borwn presentó el portal de datos abiertos del Reino Unido (data.gov.uk) en el 2009, explicó que esta iniciativa tenía el objetivo de abrir oportunidades para las empresas, aumentar la transparencia y otorgar poder a los y las consumidoras. Dos elementos que fomentan la equidad en la economía, por un lado, ofreciendo datos que permiten a la ciudadanía estar más informada como consumidora. Y, por otro lado, esos datos accesibles permiten generar actividades económicas.
Los datos son la nueva materia prima, y los datos abiertos son la más democrática. Actualmente, big data y la inteligencia artificial –basada en datos-, son las tendencias tecnológicas que mas impactan en la transformación digital de las empresas.
Reino Unido ocupa el número uno a nivel mundial del Data Barometer. Además, su estrategia de apertura de datos atribuye gran importancia a la innovación y la dinamización económica basada en datos. Incluso se creó un organismo específico, el Open Data Institute (con financiación público-privada) cuya misión es apoyar la creación de valor económico basada en datos. Esta política sostenida ha tenido impacto.
Actualmente encontramos numerosos ejemplos de pequeñas empresas que han logrado crear actividad basada en datos abiertos. Un informe del 2015 localizó a 270 empresas de datos abiertos en Reino Unido -“Una empresa de datos abiertos utiliza, produce o invierte en los datos abiertos como un aspecto fundamental de su trabajo”–. Muchas, un 54 %, pertenecen al sector de la información y la comunicación, el 21 % son científico-técnicas, un 11% de servicios para las empresas y el 5 % de entretenimiento.
Compartir estrategias
En Barcelona, el Open Data Day de esta edición se ha centrado en la reutilización de los datos abiertos, precisamente para compartir estrategias y fomentar el uso efectivo. Se presentaron proyectos diversos basados en datos púbicos, como StoryData BCN, una nueva agencia especializada en el periodismo de datos; el proyecto europeo sobre transparencia en el gasto público Digiwhist (Digital Whistleblower) realizada en colaboración con Xnet; Innovation and Human Rights -base de víctimas del franquismo y la guerra civil-.
Concluyeron que las políticas de open data deben priorizar la divulgación, la formación y la creación de espacios intermediarios que faciliten que estos datos se transformen en valor social y económico.
La publicación de datos no se transforma automáticamente en valor social y económico. Deben facilitarse instrumentos para que las personas sean capaces de transformar datos en valor económico. Si no se tratara de un recurso accesible para todas las personas solo lo sería teóricamente.