Publicado en El Periódico ( 13/10/19). Sin igualdad en los datos, no construiremos la igualdad
Debemos dedicarnos a la recopilación de datos y la creación de algoritmos que incorporen la perspectiva de género
Los datos están presentes en todas las tecnologías emergentes. La mayoría de procesos automatizados de decisiones privadas y públicas se basan en procesos de datos y algoritmos predictivos de inteligencia artificialalgoritmos. ¿Qué película o vuelos nos ofrecen en base a nuestro historial? ¿Qué cantidad de tráfico se espera en un día? Debemos disponer de datos con perspectiva de género para que sirvan de base para tomar mejores decisiones, decisiones que no generen más brechas de género.
Recientemente tuvo lugar el día del derecho a saber, o Día Internacional del Acceso Universal a la Información, que en algunos países, especialmente los anglosajones, está reconocido como un derecho fundamental a que la información pública sea accesible para todas las personas (estar disponible en datos abiertos) o bien sea proporcionada cuando se realiza una petición de información pública. En la era de la información, el acceso a ella implica oportunidades y un verdadero ejercicio de derechos, por esta razón se considera que la información pública se debe convertir en la “materia prima más democrática”. Para ello, debe ser accesible y reutilizable de forma universal y para cualquier finalidad.
El derecho a saber con género
Quiero reclamar de forma específica el derecho a saber con género. Si los datos sobre la situación de las mujeres no están incorporados, no solo difícilmente se abordarán de forma adecuada estrategias para la igualdad plena de las mujeres, sino que su ausencia puede generar nuevas brechas o discriminaciones, o sesgos en el caso de algoritmos.
“Sin igualdad de datos no puede haber igualdad de género”, explicaba Mily Courey Pryor, directora de la iniciativa Data2X de la Fundación ONU. Reclamaba así datos con perspectiva de género ante las grandes lagunas existentes. Hablar de perspectiva de género en los datos públicos implica: disponer de datos desglosados por sexo para poder comparar hombres y mujeres, de datos que se refieran solo a las mujeres por razón de su sexo (por ejemplo, tasa de cáncer de cuello de útero) y los datos que están relacionados con los papeles que se asignan a cada sexo, como la violencia doméstica, profesionales o prostitución.
Se acaba de poner en marcha el Observatorio de datos abiertos y género -un proyecto de La CIBA, impulsado por el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet e Iniciativa Barcelona Open Data- centrado en divulgar y reclamar datos abiertos que incluyan a las mujeres. ¿Qué datos deben recopilarse para abordar la violencia de género? ¿Qué indicadores deben estar desagregados por sexo para que los datos abiertos públicos muestren las diferencias en uso de los servicios públicos de hombres y mujeres? Estas son algunas de las cuestiones que deberá plantearse y abordar este proyecto.
Construir el Observatorio Datos Abiertos de Prostitución ha sido el primer reto, un portal web de visualizaciones basadas en datos abiertos sobre el fenómeno de la prostitución y trata con fines de explotación sexual. Recopila los datos públicos existentes en diversos ámbitos para facilitar el acceso a los pocos datos existentes en la materia, y publica datos abiertos para promover que se genere nuevo conocimiento con estos. Un fenómeno opaco y con falta de datos, por estar basado en datos muy mayoritariamente ilegales, pero también por un falta de atención de instituciones y de la sociedad para generar información de forma sistemática sobre la materia. Las mujeres explotadas invisibles son más vulnerables si no sabemos que existen, y quienes se lucran de este negocio tienen menos reproche social.
Algoritmos para la igualdad
Los datos como una gran palanca de divulgación, de poner luz a fenómenos, de generar opiniones basadas en datos y no en creencias. Las creencias lastran las oportunidades de las mujeres, las creencias y no la falta de datos, pero los datos nos pueden ayudan a visualizar e impactar, para poder transformar. Si los algoritmos basados en datos personales pueden ofrecernos el producto exacto según nuestras preferencias ¿no nos debemos dedicar a la recopilación de datos y creación de algoritmos para contribuir a la igualdad de la mitad de la población?
Incorporar la perspectiva de género en los datos abiertos de forma sistemática resulta estratégico para el feminismo, ya que las decisiones públicas se van a basar en gran parte en estos datos. Además, los algoritmos de inteligencia artificial también usan datos públicos. Las instituciones públicas tienen una gran responsabilidad en no descuidar los datos que van a marcar el futuro de las mujeres.