Este domingo conmemoramos el Día Internacional contra la Violencia de Género. Un año más tenemos que recordar la violencia que se continúa ejerciendo contra las mujeres y tenemos que reclamar que la sociedad actúe de forma más contundente contra esta lacra social.
Los datos son contundentes, la violencia persiste. Este año, 34 mujeres han muerto asesinadas por violencia de género, de las cuales sólo seis habían denunciado. De las 443 mujeres asesinadas por violencia de género en manos de sus parejas o ex parejas desde 2006, sólo 118 habían denunciado a sus maltratadores.
He querido compartir con vosotros las imágenes de la campaña que ha puesto en marcha feminicidio.org por su acertada orientación y para gritar a la sociedad para que colabore denunciando a los maltratadores.
La sociedad tiene que denunciar a los maltratadores. No recriminar la carencia de denuncias apunta a las víctimas de la violencia de género.
La denuncia en el juzgado de una mujer que sufre maltrato no es fácil. En primer lugar, porque estas mujeres han interiorizado el maltrato hasta considerarlo habitual, junto con el aislamiento social a que el maltratador la somete, según la Asociación de Mujeres Juristas Themis.
La presión social se ve agravada por la campaña de despropósito en relación a las falsas denuncias. Immaculada Montalbán, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ha llegado a la conclusión de que de las 503 sentencias en firme del año 2009 sólo uno de los casos correspondía a una denuncia falsa.
La sociedad tiene que acompañar a denunciar a las mujeres víctimas de la violencia de género y no caer en una triple victimización, la que se desprende, además, del hecho de no haber denunciado. En la sociedad hay demasiados silencios y complicidades, la violencia contra las mujeres no es privada, es pública.
El Gobierno del PP ha recortado las políticas de igualdad en un 24% respecto al 2012, el presupuesto en violencia de género un 7%, y programas de asistencia social a víctimas de la violencia de género en 1 millón de euros.
No sé qué de estos tres datos es peor. El hecho de reducir las políticas de igualdad implica reducir la prevención de la violencia de género, dado que la causa última de la violencia de género son las relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres, la discriminación social de las mujeres que hace que algunos hombres, aquellos que maltratan, las consideren inferiores, de su propiedad y por eso ejercen violencia sobre ellas. No avanzar en igualdad quiere decir que se incrementará la violencia de género.
Reducir el presupuesto en violencia de género significa no dar prioridad a una lacra social que afecta a las mujeres, que hace que muchas mujeres vivan sin libertad y que algunas de ellas pierdan la vida. Y el último dato: el hecho de recortar 1 millón de euros a la asistencia a las víctimas muestra la cara más despiadada de la derecha, que se ensaña en aquellas personas que en nuestra sociedad sufren más necesidades. Un desplante político similar a CIU cuando persiguió las personas que cobraban el PIRMI, o hacer pagar 3 euros a niños que no tienen dinero para pagar el comedor escolar.
Recomendaciones:
Datos del Observatorio contra la Violencia de Género del CGPJ cada trimestre
Manifiesto del PSC en torno al Día Internacional contra la Violencia de Genero
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