La primera brecha digital de género, la que se refiere al acceso a internet, disminuye tan lentamente en los últimos años que podemos afirmar que se ha estancado, mientras que la brecha en la conexión habitual sufre un cambio de tendencia y se incrementa hasta los 7,38 puntos de diferencia en el 2012, tal como comentaba en “Mujeres en internet (I). Invisibles para el gobierno”.
Hay que analizar no sólo la primera brecha digital de género, sino la segunda, la que se refiere a los usos, según define Cecilia Castaño.
La brecha digital de género destaca con mayor grado entre hombres y mujeres en usos como leer las noticias, en una diferencia de 10,2 puntos; de 8,7 a la hora de jugar o descargar juegos, imágenes, películas o música, y de 7,5 puntos a la hora de escuchar la radio o ver TV a través de la red.
En sentido contrario, las mujeres utilizamos más internet que los hombres para temas de salud (7,3 puntos más) y de 0,9 puntos para publicar contenidos propios.
Las mujeres publicamos más contenido en internet que los hombres, si bien estamos 3,9 puntos por debajo a la hora de tener blog o web. Estas cifras muestran el dinamismo mayoritario de las mujeres en las redes sociales, pero en cambio, desde la perspectiva de género, tenemos que hacer hincapié en que tenemos más olvidada nuestra identidad digital, en no tener un espacio propio.
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