Ayer fui a la conferencia que dió James Nolan, escritor de New Orleans y superviviente del “Katrina”, y que organizó la fundación Puigverd.
Empezó su intervención con una frase
el verdadero sueño americano no es la seguridad sino la libertad
Nolan comentó que, cuando antes del desastre del Katrina explicaba que vivía casi en el tercer mundo, nadie le creía, y ahora todo el mundo ha visto que Louisiana funciona como un país del Caribe.Explicó su vivencia que empezó por una situación de cierta tranquilidad preparándose para el huracán tal como están acostumbrados en esa zona, y cómo se pasó a sentir el peligro real, no causado por la catástrofe natural, sino por la situación de violencia generalizada a causa de lo que él denomina, el otro “huracán”, el de quebrar la responsabilidad colectiva, y la decisión del gobierno americano de actuar de “forma fascista” y llevar la ciudad a la situación de toque de queda y ocupación militar. Ya explique su pensamiento en el post anterior.James acabó enumerando 12 consejos ante una situación de catástrofe. En mi opinión se deben matizar, y algunos de estos 12 consejos sólo podrían ser útiles para una catástrofe en un país del tercer mundo, o sin garantías de una respuesta adecuada de las autoridades:
“1. Si confías en las autoridades vas a morir. Debes tomar tu responsabilidad y buscar como salvarte.
2. A no ser para algo específico no mires la televisión, es preferible la información de la radio.
3. Mantén el contacto con gente en tu situación. No sólo debes saber lo que dicen periodistas o la televisión, sino gente que realmente esté viviendo como tu.
4. Olvídate del móvil, las torres caerán y no funcionará, y si te funciona es que no estás en una catástrofe.
5. No tires la “vieja tecnología”. Deberás usar un teléfono que no se
alimente con electricidad, un viejo abridor de latas …
6. Ten a mano un poco de vino y alcohol, habrá horas de angustia, de aburrimiento, de espera y el tiempo se te hará eterno.
7. Si vives en el trópico hay que localizar rápido el hielo.
8. Aprende a regatear con los periodistas, si tienes una historia la puedes cambiar por un poco de agua, comida o para que te saquen de la ciudad.
9. Ten preparada una maleta pequeña, con la mínima cantidad de ropa, y los documentos más importantes.
10. Cuando te dirijas a un policía, sonríele siempre y dirígete a él como
“señor”, y dile a todo que sí aunque después no le hagas ni caso.
11. Crea vínculos de unión con quien se encuentre en tu misma situación. Forma una “nueva sociedad”, un grupo de soporte … serán tu nueva “tribu”y con quien os podreis ayudar mutuamente.Si puedes, hazte cargo de algún enfermo o persona que necesite un cuidado especial, a quien puedas cuidar. Esto te responsabilizará más y supondrá un reto que te ayudará también a ti a sobrevivir.12. Reza a Santa Rita. Santa Rita Rita, lo que se da, no se quita.”
Hizo una referencia a que mi vivencia, cree que es consecuencia de la mentalidad contraria. Su teoría es que acabamos atrapados en el Centro de convenciones por seguir las indicaciones de las autoridades, porque como europea confias en las autoridades, estas acostumbrada a otro tipo de respuesta y piensas que te atenderán y salvarán. Hice una pequeña intervención de 5 minutos para explicar como me sorprendió tanto el hecho de que la gente pasara de no esperar nada de las autoridades a desconfiar abiertamente, a incluso pensar que querían que muriéramos.
Entradas del Blog relacionadas:
- Katrina (versión castellano)
- L’experiència a New Orleans: una oportunitat de reflexionar per a la política
- Compartint impressions sobre el Katrina amb un escriptor de New Orleans
Technorati tags: Noticias y política, Sociedad, Katrina, Catastrofes
Mi teoría es que acabásteis siendo *refugiados en* el Centro de Convenciones, del cual fuísteis evacuados sin necesidad alguna, por delante de otras personas en peor situación, por el mero hecho de ostentar un cargo político. Y digo refugiados, salvados y acogidos (y un huevo atrapados), porque de ser por tu propia capacidad para prever dificultades, probablemente estaríais muertos, a juzgar por los mil y un errores que tú misma relatas sin sentido alguno del ridículo.
Los doce consejos son un compendio perfecto de las meteduras de pata que tú cometiste como incapaz, dependiente absoluta de lo que papá estado te ordene hacer.
Te repetiré unas cosas que escribes tú misma, a ver si las entiendes:
“algunos de estos 12 consejos sólo podrían ser útiles para una catástrofe en un país del tercer mundo, o sin garantías de una respuesta adecuada de las autoridades”
“1. Si confías en las autoridades vas a morir.”
Vamos a ver, según el consejo, sabio, no debes confiar en que nadie con uniforme te salve el culo. Y tú vuelves con la cantinela, esperas garantías, al menos en ciertos lugares, qué menos que en EEUU, ignorando por completo el consejo y refugiándote en tu propia fantasía de que en ciertos lugares, Supermán vendrá al rescate. Que no hay garantías, que ese es tu problema, que te empeñas en culpar a otros de los errores que cometiste tú, y no cuela.
Y ese planteamiento absurdo lo aplicas a tu última frase. No, la gente que no espera nada de las autoridades se busca la vida como puede; sólo la gente que, como tú, espera que se lo solucionen todo otros, se inventa barbaridades sobre que quieren dejarlos morir. ¿Y a cuánta gente se dejó morir en el C. de C.? ¿Cuando te cansarás de repetir mentiras que han caído hace tiempo por su propio peso?
Robie Ra
Hola, Lourdes: alguien firmando con tu nombre me ha dejado un enlace a este post, pero no creo que fueras tú, porque soslayó el tema que se planteaba en Gatopardo en una técnica de marketing demasiado directa.
Desde que abriste este blog he ido leyendo tus reflexiones y tengo la sensación de que es natural sentirse culpable cuando sobreviene una desgracia, y uno piensa qué debería haber hecho o haber evitado; lo que si se debería de poder evitar es que gente como quien se firma Robie Ra en el anterior comentario traten de destrozar moralmente a las víctimas por no haber muerto, por haberse salvado, por haberles funcionado los resortes que el instinto de supervivencia sacan a flote. Los supervivientes de los campos de exterminio nazi tuvieron que luchar contra su propio sentimiento de culpa y las acusaciones de quienes consideraban que si se salvó dejando que otros murieran, no merecía compasión.
En el caso de tu comentarista, supongo que esta mala baba se nutre de la frustración porque le habrá pedido a algún político un favor laboral o personal y se lo han denegado, así es que cree que tiene razones para desconfiar de la autoridad.
Un saludo cordial.
Muchas gracias por tan interesante información, así como por la referencia de su bitácora, que seguiré con sumo interés. Saludos etéreos y cordiales desde mi modesto Diario.
Hola, no me gusta que utilices mi sistema de comentarios para publicitar contenidos TOTALMENTE AJENOS al texto allí escrito.
Saludos
Gatopardo, puedes suponer lo que te dé la gana, pero para que no digas tonterías, te lo explico despacito:
Tengo motivos para desconfiar de la autoridad. No imagines pamplinas sobre favores y corruptelas, porque no haces más que plasmar tu propia visión de las relaciones entre ciudadanos y representantes, cree el ladrón… Yo sólo le repito a Lourdes el consejo de Nolan, y le señalo por qué no es capaz de rebatir nada, porque sigue fundamentando su respuesta en una confianza en la autoridad, totalmente injustificada. Otro motivo para desconfiar de la autoridad es la propia Lourdes, que desde que saltó a la fama sin más motivo que sus ganas, se ha dedicado a mentir, digo mentir, descaradamente en todo tipo de medios, empezando por su blog, ¿he dicho mentir? Eso: mentir, y manipular.
También es significativo que propongas “evitar” mis comentarios. Dilo bien: censurar, coartar la libertad de expresión de la gente que dice lo que no te gusta. Comparar la situación del Centro de Convenciones con un campo de exterminio es, aparte de una maldad despreciable, otra manipulación asquerosa: el Centro era precisamente el lugar en el que fueron alojados los rescatados, y donde no murió la gente. Si Lourdes estaba incómoda por no poder ducharse lo siento mucho, pero no nos cuentes milongas sobre su instinto de supervivencia. Su instinto consistió en no prever nada y utilizar su cargo para salir de una situación complicada, pero en absoluto peligrosa.
Robie Ra.